Tú, que te vas, te fuiste
y te dejé ir
al viento;
sola, en la estela amarga
de nuestras pasiones solitarias…sin tiempo.
Y tú, tú te vas
ahora que te dejé, tiempo atrás
con mi tiempo
y recuerdos que nacen dentro
del alba de tu vid.
¿Quién te dijo que te podías ir?
Tu partida no es reciente,
ni la tuya tampoco,
siempre te fuiste, desde antes;
y el retazo de mi flor, y mi pluma húmeda.
Ahora tú, y tú también
quedarán, a sus formas
tan distintas y tan una
en ese hoyo que sin tregua tapo
para que duerma y no carcoma.
Y tú también…a tu manera.
jueves, octubre 23, 2008
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