miércoles, abril 29, 2009

Qué

Y si coincidimos en la descripción. Qué si nos adivinamos las frases que soltamos y los aromas, entre velos, que hemos tenido tantas veces antes y ahora, tan nuevos, los descubrimos mezclados en la ausencia. Qué si dormimos tres horas o doce. Si los cigarros, la neblina o los abrazos.

Qué si otra vez hacemos eso que hacemos cuando la noche avanza a un paso constante y soberano. Si compartimos, solo por instantes, la misma ansia y el mismo parpadeo. Qué si nos respiramos mutuamente. Qué si ya es tarde y otra vez es un recuerdo y estas letras.

Qué si estar echados es más cómodo y si conversar no es mejor que andar callados por el mismo lugar. Qué si nos vemos allá donde somos tú y yo y no acá, donde sospechamos serlo. Y qué si sabíamos desde antes todo esto. Si el poeta fue profeta y si la canción nunca sonó. Qué si no te describo en una sola línea y aún así lo acabo de hacer en cada letra. Qué si el quizá es un también.

Qué, dime, si estos dos que somos es uno y viceversa.

domingo, abril 26, 2009

Bienvenida

Corro –paraíso del árbol, abrazo,
propiedad del tiempo–
hacia la puerta, el viento echa atrás mi cabello;
afuera, me ves. Ya no estás.

El viento echa atrás mi cabello.
La hoja última de la rama se desprende.
Atrás –con el viento– la rama, la hoja.