jueves, agosto 16, 2007

15/08: El Armagedón de Pisco.

Cuando no se puede hacer nada para evitar algo, se puede hacer algo para remediarlo.




Este post no es tanto para contar cómo sentí el terremoto que remeció y devastó gran parte de Ica, Chincha y principalmente Pisco, en el departamento de Ica, es para pedir ayuda. Aquellas personas que leen o lean este blog desde Perú, hagan algo. Se pueden donar alimentos no perecibles, ropa, frazadas y demás cosas útiles en la puerta 14 del Estadio Nacional, en la Comisión Episcopal de Acción Social: Av. Salaverry 1945 Lince, en la Municipalidad de San Borja. Así también se puede ir a la Av. El Derby 435 Surco (frente a la puerta 3 del jockey club) dentro del colegio Holly Trinity y frente a la municipalidad de Miraflores. Otros puntos de ayuda están en las puertas de la PUCP, de canales de Televisión y de El Comercio.

Aquellos que lean esto y no estén en Perú, pero quieran ayudar lo pueden hacer contactándose con la Cruz Roja en su país, entrando a www.cnn.com/ayuda, o hablando con sus autoridades locales, son muchos los países como Bolivia, Argentina, España, Chile, Francia, Panamá y otros que están ayudando y el agradecimiento es enorme. Las cuentas bancarias para algunas donaciones son:

Banco Continental: 011-0444 -4444444444 (soles) 011-0444-4444444446 (dólares) 011-0444-4444444447 (euros)
Banco de Crédito: 193-199999998- 0-15 (soles) 193-199999999- 1-16 (dólares)
Scotiabank: Moneda Nacional 5074 657, Moneda Extranjera 3022500
Interbank: Cta. Soles: 200-0000001119 Cta. Dólares: 200-0000001118

Ayer, por un momento, el común denominador fue el pavor. Era como estar en aquellas películas donde pasa algo inesperado, y al igual que frente a la pantalla uno se queda expectante ante lo que va a pasar, durante el terremoto, que tuvo una magnitud de cerca de ocho grados en la escala de Ritcher, no había nada que hacer más que esperar. Esperar cualquier cosa, en el mejor de los casos, que acabe ya.

Aún no se tienen datos específicos de casi nada. El terremoto comenzó ayer a las 6:40 pm. (23:40 GMT) y el epicentro fue en el mar, a 60 kilómetros al oeste de Pisco, y a una profundidad de 33 kilómetros, según el reporte preliminar del Instituto Geofísico del Perú. Ayer mientras conversaba con mi abuelo y mi mamá a las 11.40 pm. Comentabamos, según lo que oíamos en la radio, que felizmente no habían muchas perdidas humanas, tomando en cuenta la magnitud del sismo. Se hablaba de no más de un par de decenas y sin confirmar. A pesar que cada muerte es una perdida incalculable, no nos parecía tanto luego de tremenda remecida y diría que todo el mundo pensaba lo mismo. Claro, algunos con más cautela que otros esperando que pasen las horas para poder ver el cuadro completo. Todo esto lo conversábamos mientras el candelabro de la sala continuaba yendo de un lado a otro porque las replicas, la mayoría imperceptibles, continuaban ocurriendo. Hasta esta mañana, se registraron más de 320.

Cuando me desperté en la mañana, cerca de las siete, compré un diario y la portada anunciaba 70 muertes. Ahora, menos de 24 horas después de esta tragedia, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) comunicó que la cifra de víctimas llegó a los 437, sin embargo esta sigue siendo una cifra preliminar. En tanto los bomberos señalan por su lado que número fluctúa entre 500 y 510. Así va mientras pasan las horas y el número de fallecidos, damnificados y afectados continúa creciendo. Son casi 16.669 viviendas destruidas y más de 1,500 heridos. Los afectados también están en Lima. En el Callao son unas 8,000 personas las afectadas por un maretazo y estoy seguro que conforme pasen las horas se verá que el diversos puntos del país hubo otros daños de consideración. El cuadro, temo, aun no se ve completo ni tampoco se verá hasta dentro de varios días.

El dolor que se siente luego de una tragedia como esta es difícil de describir. Es una impotencia, una ansiedad terrible. A la gente de mi generación sólo le han contado como algo lejano los terremotos del ‘70 y ’76 y los más cercano han sido los que sucedieron en los últimos diez años en Moquegua, Nazca y Arequipa, pero sin comparación con éste. Cuando vi en las noticias los estragos luego del terremoto que afectó a la India y Pakistán o el de México hace poco no comprendí el drama. Ahora lo estoy empezando a hacer. Si este texto sirve para que alguien pueda ayudar, entonces valió la pena.
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Foto: Jack Ramón Morales. Andina.

viernes, agosto 03, 2007

¡Brota!

Nace, riega el cielo
y vive.

Eternamente; y tu pupila se expande
al infinito
sabiéndose una
--------------------y todas
----------------------------y veremos.
Y dulce de nuevo,
fresas con leche en la sempiterna garganta.
Otra vez las mismas imágenes
y tú,
fuente inagotable que no fluye y se empoza
---------inalcanzable,
en los rincones de mi pesar.