martes, marzo 13, 2007

Desahogo


Ayer fui al concierto de Roger Waters que hizo acá en Lima por la gira The Dark Side of the Moon Live, con mi papá, un amigo de siempre, uno de letras y otro de buenos conciertos. Traté de escribir algo al respecto, pero continúo abrumado, fue algo colosal. En estos días, cuando termine de procesar lo que experimenté ahí durante casi tres horas, ensayaré algún texto, aunque creo que saldrán más de un par.

Entre los formidables conciertos a los que he podido acudir (Jethro Tull, Santana y Uriah Heep), este, sin duda alguna, ha sido el mejor. Dejaré de escribir porque creo que solo puedo definir esta sensación como los remanentes del júbilo.