domingo, noviembre 26, 2006

Una lista

Luego de leer algo similar, acaso igual en forma y probablemente en fondo a lo que estoy a punto de redactar, en un interesante blog de alguna abeja ansiosa, y con menos pudor que sinceridad y afán de realizar algo, esribo este post, mientras retumba algo que años atrás me dijo un tío que ahora vive en latitudes españolas.
Dijo él, según recuerdo, una noche en la que yo andaba peleado con mi padre, cosa que a mis doce años era muy mal vista, que imagine “qué sería vivir así (en ese momento estiró los brazos y esbozó un sonrisa. Creo que lo hizo, quiero recordarlo así), sin mentiras, sin secreto alguno. Siendo tú y punto.” Nunca olvidé ni olvidaré esas palabras. Figuro que no fue él quien lo dijo, sino que fue un impulso de sabiduría Universal, que lo dije yo, el Tiempo; que lo dijo mi padre, sin decirlo, sentado a mi lado absorto en las palabras de su primo igual que yo. En fin, con esos puntos algo claros y no sé que tan necesarios u oportunos, acá va una lista (como debe haber miles en la web) sobre 50 cosas acerca de este escribidor. Si sirven de algo en buena hora, por lo que a mí respecta, la catarsis fue revitalizadora.

1.- Mido un metro con 79 centímetros, pero digo, falsamente apoyado en mis documentos, que mido un centímetro más.

2.- Amo profundamente, y a veces, sin saberlo.

3.- Algunas veces he pensado que de pronto el mundo cambió sin que yo sepa y que todo lo que he vivido y mis referentes son imaginados.

4.- Hago esto porque quiero que lean y sepan algo más sobre mí y porque me gusto mucho cómo lo redactó Fuente Abejuna[1].

5.- Huelo, desde siempre, mi antebrazo y me relajo.

6.- Nací y he vivido toda mi vida en Miraflores, distrito limeño que encuentro fascinante y considero el mejor para pasar el resto de mi vida. No obstante sueño con andar en España, en praderas inacabables, de cielos celestes y atardeceres rosas. Con piedras lisas y enormes. Con caminatas en alamedas otoñales y noches cobijadas.

7.- Adoro tomar agua con tres cucharaditas de azúcar.

8.- Creo que la vida es algo más que un sin parar de funciones biológicas, que somos especiales y que Dios se representa siempre en nuestras vidas.

9.- No obstante creo en Dios fervorosamente, no me identifico con ninguna institución religiosa.

10.- Suelo pensar que siempre tengo todo figurado.

11.- Soy adicto a los cigarrillos.

12.- Mi grupo favorito es Aerosmith y creo que estoy algo obsesionado.

13.- Nunca he tenido un perro.

14.- No tengo hermanos de sangre ni de ley, solo de espíritu y los amo profundamente.

15.- Considero a mi abuelo, Luis Valderrama Cisneros, mi Tata, como mi primer amigo, el segundo fue Rafael Pérez-Rosas Vásquez. Ambos siguen siendo mis amigos.

16.- Leí El Principito y lloré.

17.- Tiendo a mantener todo en equilibrio. Creo en la armonía de las partes. Soy detallista y perfeccionista, pero de un modo poco ortodoxo.

18.- Siento repulsión hacia las drogas, pero he consumido.

19.- Alguna vez consideré a un hombre atractivo y me asusté.

20.- Mi madre me parece tan especial que no me atrevería a escribir algo sobre ella.

21.- El 11 de julio del 2004 vi a mi abuelo paterno y no me despedí de él. Menos de 10 horas después el murió y desde entonces siempre me despido efusivamente.

22.- Me considero creativo, ocurrente, divertido, y en líneas generales una buena persona, pero eso, considero, es vanidad.

23.- Soy líder, pero nunca lo admito, por vergüenza.

24.- Duermo con un oso que fue de mi mamá.

25.- El sabor de la Kola Inglesa con leche es uno de los más ricos que he probado.

26.- Desprecio a la gente hipócrita y cualquier tipo de hipocresía me causa repulsión.

27.- Me encanta el sexo. Detesto la idea de que sea vacío o sin conciencia plena de todo lo que puede implicar, sea cual sea el por qué.

28.- Pienso que algunas personas van a cuestionar algunos puntos de esta breve lista, y no me preocupa tanto como para corregir algún punto, ni ensayar respuestas.

29.- Estoy profundamente enamorado.

30.- El orden en esta lista no es de importancia. Eso no hay porque explicarlo, pero suelo hacerlo invariablemente.

31.- Quiero, algún día, publicar mis poesías.

32.- Me gusta conversar, de todo, hasta quedarme dormido.

33.- Me gusta reír y más hacer reír a otros, y soy bueno en eso.

34.- Durante muchos años, cuando entraba al baño, antes de hacer algo, tenía que abrir la cortina de la ducha y cerciorarme que no había nadie oculto ahí. Menos por paranoia, que por costumbre.

35.- No puedo ver pornografía por más de 10 minutos seguidos, me hastía, pero hasta antes de ese punto me entretiene.

36.- Cuando estoy ebrio, me veo en el espejo.

37.- Trato de atesorar cada segundo de la vida; es tan buena que el sólo hecho de estar aquí y ahora es una satisfacción inigualable en sí.

38.- Soy curioso.

39.- Los temblores y los apagones me asustan, pero me controlo. La idea de tener un hijo me causa pánico y eso no lo disimulo.

40.- He fantaseado, incluso de niño, cómo sería asesinar a alguien.

41.- No me siento incomodo en los velorios.

42.- No odio, pero lo más cercano a eso es lo que siento frente a los hombres que le pegan a sus parejas.

43.- No me baño todos los días (pero eso creo que todos los que me conocen lo saben).

44.- Me gustó leer gracias a "Rimas y Leyendas", libro que me mandó Denisse Huertas, profesora de literatura que tuve en tercero de media.

45.- He visto llorar a todas las personas que amo. Dudo que más de cinco personas me hayan visto hacerlo.

46.- En este momento pienso en mis amigos incondicionales y vienen a mi mente los siguientes: Henry y Ale Behr, Daniel De la Flor, Rafael Pérez-Rosas, Carla Arllentar, Axel la Riva, Rita Cervetto, Piero Damiani, Bruno Cafferata, Mario Armas, Pia Márquez, Roberto Silva, César Sotomayor, Gianfranco Gonzales, Diego Collantes, Claudia Hoyos, Victor Luperdi y Ale Zecevich.

47.- El punto anterior lo escribí en tributo a mis amigos, y no me disculpo si omití a alguno.

48.- En mi sala, escucho canciones y hago la mímica como si tocara la guitarra en un concierto.

49.-En más de una oportunidad he rascado mis genitales y luego olí mi mano. Encuentro eso tan desagradable como normal.

50.- No me gustan los elefantes, los gusanos ni las aceitunas.

[1] http://www.cronica_alterada.blogspot.com, ver post del 13 de noviembre del 2006.

miércoles, noviembre 22, 2006

Parpadeos

A veces te veo. Veo tus líneas y ciertas curvas, cuando me ves, y más veces, cuando no lo haces, o creo que no lo haces. Tienes una gracia que no conocía. Echado, veo tus contornos y un brillo en la línea que te separa, en dos dimensiones, del fondo; te veo sobresalir de la imagen que se forma de todo en mí. Veo como tu pecho sube y baja, suavemente, con cada respiro. Se eleva ligeramente, como tratando de jugar a que no lo hace, y tus labios, que son fríos, como muertos en la penumbra, ayudan. No dices nada, estás perfectamente callada. Sólo respiras. Tus largos cabellos sobre el pecho se contornean en la acogedora brisa de tu aliento, y en ese tibio sube y baja, que no se nota, pero tampoco se detiene. No hay nada más que el rumor de un silencio que llena el ambiente, y tú, desde ahí llenas todo, a tu manera.

Me atrevo y huelo tus cabellos, los huelo lento, saboreándolo, saboreando cada segundo. Nunca se repite un mismo momento. Nunca más sucederá igual, acaso siquiera similar. Alguien me dijo que eso celebran los japoneses cuando toman el té, conmemoran el momento. Es que a veces el presente nunca se puede palpar, es tan fugaz, que cuando reparas en él, ya no es más que un pretérito. Carpe Diem o lo que sea, el asunto es que en el devenir incontenible, hay que ser cada gota, para ser todo el río. Me convierto en cada uno de tus cabellos y me enredo en ti. Me enredo en mí, siendo todos tus cabellos, en tanto los sigo oliendo. Y tú me miras; me ves viéndote, y te veo verme. Pienso en cuanto te amo y sonríes, porque en silencio sabes lo que pienso y yo también sonrío, y los ojos se me reducen a dos líneas. Entonces, al cabo de unos segundos veo que detrás de esas pupilas estoy, y tú, detrás de las mías. Aprieto mis dedos entre tu cabello. Exhalo, sonrío y cierro los ojos.

Sigues ahí, a mi lado, más cerca que antes y la noche, también, acompañando, pero más lejos. No estás acá, estás en donde tu sueño desee que estés y sigues respirando como esperando a la Vida, que va un par de pasos por detrás. Te acomodas en mi pecho, buscando protección o dándomela, libre descansas y yo, boca arriba, te veo de reojo. De pronto haces ese ruido, ese que haces cuando duermes y que nace desde el fondo de tu garganta, volteo y estás igual. Eterna. Veo, y más importante, siento que solo te acomodas y soy completamente feliz. Y en ese momento, cuando duermes en mí, en perfecta armonía y comunión, caigo en cuenta que estoy en el lugar exacto donde quiero estar. Sonrío, cierro los ojos y duermo, tratando de alcanzarte allá. Dejando a la Vida un par de pasos detrás.

jueves, noviembre 16, 2006

Deshhhde Eshhhhpaña ¡Coño!

Conversamos casi todos los días. En la mayoría de los casos se ríe y escucho su risa desde dentro de mi cabeza, como si no emanara de ella, sino de mí. Y me cuenta –cómo no- de su enamorado con nombre de cómic de diario francés, y que la publicidad que tiene que hacer para la universidad, y la ropa que se pondrá el sábado y el atún que acaba de comer y Chaq y, en fin, cosas que a mí me competen y a nadie más[1]. No importa la hora, siempre hay qué hablar, con qué molestar. Como es natural, luego de uno cinco minutos o tres horas me despido y ella también. Generalmente ella siempre está más cansada que yo. Que descanses –siempre digo- y luego cierro la ventana.

Si no fuera por el servicio del messenger probablemente no tendríamos mayor contacto. Hace ya unos dos años que se fue a dominar las tierras españolas y hasta ahora le va bien. Terrazas le llaman a la localidad donde vive, hasta donde me acompaña la memoria. Es algo pequeño, me cuenta, pero acogedor, como si su cuarto fuera todo el poblado. El edificio donde vive le sirvió menos de techo que de trampolín para conocer a más de uno, con más de una nacionalidad y más de una opción sexual (que mal visto por estas latitudes es).

Un gato la acompaña y más de una anécdota en un Repsol con un par de cojudos. Sus compañeros de cuarto han sido tantos que no logro recordarlos, y ver el archivo de bitácoras que enviaba desde la ex metrópoli no me entusiasma mucho. Ahora vive con una chica, ¿o dos?, en fin…Se le escapa algún "coño", "coche" o un "eh" o "vale", pero no importa, soy materia dispuesta para recordarle palabras como "lompa", "chochera", y el escencial "arranca oe!".

Es raro[2] saber cómo se siente alguien a quien no ves, reírte con sus cuentos de lugares que no conoces y de personas que no imaginas. La esencia de la literatura emana de la forma más natural, tan sólo contando que pasó el fin de semana en un club de Barcelona. La cotidianeidad de las conversaciones e incluso su incursión en algunas conversaciones ajenas a ella por algún distrito limeño, hicieron algo bizarro el hecho de volver a verla en vivo y en directo, fuera de un monitor. Es raro abrazar a alguien a quien extrañas, sin extrañar, en el mejor sentido de la palabra.


La verdad es que hace tiempo quería escribir algo sobre esta gran amiga que está a miles de kilómetros, un océano y un buen jet lag[3] de acá. Ya conversaremos en estos días, por web, como siempre.

[1] Confidencias propias de la amistad. No te preocupes, no divulgaría nada.
[2] Gustavo Adolfo Bécquer, genial poeta y cuentista español romántico, en una de sus Leyendas, llamada “Es Raro”, finaliza comentado las cosas que son raras, con un matiz irónico, sarcástico y más que reflexivo. Es con esa dirección con la que se usa la expresión. Se recomienda de sobremanera leer “Rimas y Leyendas”, universal muestra de genialidad.
[3] El viaje a España dura algunas horas (no recuerdo cuantas), y con la diferencia horaria resulta que una vez en tierras peninsulares, hay un vacío de unas 8 horas que se perdieron. Lo bueno, dicen, es que se pueden recuperar si se vuela de regreso.